¿Quiénes somos?

Nuestra misión

En Café El Silencio creemos que cada taza empieza en las manos de los campesinos y caficultores que día a día ponen su esfuerzo, sus tradiciones y su amor en el cuidado del café. Nuestra misión es darle valor a su trabajo, uniendo sus saberes con prácticas actuales que nos permiten ofrecer un café de origen, especial y lleno de historias.
Lo hacemos de manera consciente, cuidando la tierra que nos da vida y fomentando prácticas que protegen el medio ambiente, porque sabemos que solo así podemos compartir con el mundo un café de calidad, hecho con respeto y corazón..

Somos

Una familia que nació y creció entre cafetales. Nuestra historia comienza con Francisco León Parra Agudelo, un hombre nacido en Betulia, Antioquia, que dedicó más de 70 años de su vida al cultivo del café. Desde muy joven aprendió de la generación que lo antecedía el arte de sembrar, cuidar y recoger el fruto, un legado que no solo le permitió levantar a su familia, sino también transmitirnos el amor por la tierra y por cada grano que nace de ella.
De sus manos y su experiencia nació un blend único, creado con variedades como Caturra, Colombia y Castillo. Un café que sorprende por su brillante acidez, sabores balanceados y una dulzura natural que recuerda al chocolate y a la caña, conquistando el paladar con cada sorbo.
En Café El Silencio no solo compartimos un café de origen, compartimos la vida de un caficultor, sus raíces, su esfuerzo y su pasión. Porque detrás de cada taza hay una familia, una tradición y una historia que sigue viva en cada cosecha.

Nuestros Valores

Detrás de nuestra marca hay un mundo de ilusiones.
Están las mujeres cabezas de hogar que con esfuerzo sacan adelante a sus familias, los jóvenes que sueñan con aprender y crecer en el arte del café, y los hombres y mujeres que cada día ponen su pasión en este fruto que nos une.
En cada taza de Café El Silencio hay historias de vida, sueños compartidos y corazones que laten al ritmo del café.

Tradición que late
Somos herederos de una historia que empezó hace más de 70 años. Cada grano lleva consigo la sabiduría y el amor de quienes nos enseñaron a cultivar con paciencia y respeto.
Familia y unión
Nuestro café nace en el corazón de una familia y crece con la fuerza de una comunidad que se levanta cada día para dar lo mejor de sí.
Amor por la tierra
Cuidamos la naturaleza porque es nuestro hogar y el origen de todo. Sembramos con conciencia, protegemos el suelo y valoramos cada gota de agua.
Pasión por el buen café
Hacemos café con el alma, buscando siempre esa taza que despierte sonrisas, que abrace y que cuente una historia en cada sorbo.
Confianza verdadera
Compartimos lo que somos, sin máscaras: un café real, honesto y transparente, como la vida en el campo.
Innovar sin olvidar
Creemos en crecer y aprender, pero nunca perder la esencia de nuestras raíces. La tradición es nuestro punto de partida hacia un futuro mejor.

Tradición

en nuestros cultivos